“¡Ay no, a vos todo te da pena!”, frase
que me cansé de escuchar. Me la decía “todo mundo”, todo el tiempo. Y yo
pensaba “¿Y qué? ¿Qué con que sea penosa?”
De niña, tengan por seguro que odiaba que
me dijeran así. La verdad es que sí era bastante penosa, la verdad sí “todo me
daba pena”, hasta pedirle algo a mi abuelo, pero cuando estas chiquita y sos
penosa y alguien te dice “todo te da pena”, entonces más pena te da, lo cual me
molestaba mucho. (Lo siento por decir pena un millón de veces). Claro, nunca dije nada pero por dentro quería
que se pararan en un lego y les doliera mucho. Son bromas, no soy tan mala…
aunque un huevo en la cabeza no es mala idea. (Risas)
La situación es esta, ser penoso no tiene
nada de malo. Porque seas así no significa que eres un “perdedor” o que nunca
vas a lograr algo. La pena es parte de la personalidad de cada quien. ¿Podemos
cambiar? ¿Podemos dejar de ser tan penosos? Yo creo que sí, de hecho yo soy
prueba de ello. Tampoco voy a negar que sigo siendo algo penosa en algunos
momentos, pero en comparación a como era antes definitivamente ha habido un
cambio grande – la universidad tiene mucho que ver en eso por cierto.
Estoy segura que a muchos les ha pasado
lo mismo. Han estado en la situación incómoda que algo les da pena y viene
alguien y de la nada dice “A vos todo te da pena”, hasta puedo imaginar a esa
persona haciendo un gesto raro (risas). Entiendo la incomodidad de no querer
hacer algo por pena y que alguien sienta la necesidad de empeorar las cosas. ¡Por
favor no!
Entonces… ¿puede uno dejar de ser penoso?
Sí. Creo que sí se puede, tal vez no sea fácil, tal vez no se deje de ser al
100%, pero sí se puede. Creo que a medida vamos creciendo, conociendo personas
y atravesando diferentes situaciones en nuestras vidas vamos haciendo un
cambio. Para algunos los cambios son pequeños y para otros son grandes, algunas
personas tratan de exponerse a situaciones que siempre les ha dado pena para
irse acostumbrando, mientras que otras prefieren ir poco a poco. Sin embargo,
no importa si eres de los que quiere intentar dejar de ser tan penoso o no les
molesta serlo, porque poco a poco las situaciones de la vida de una forma u
otra nos ayudan a cambiar – sin darnos
cuenta.
Existen muchas otras situaciones como
estas, como escondernos para que no nos vean o hacer como que no hemos visto a
alguien y asi muchas otras. Pero tengan en mente que no lo hacemos porque nos
caen mal (aunque para algunos puede ser motivo también) (risas), lo hacemos
porque nos da pena, nos da pena hablarle a alguien en un lugar fuera de donde
estamos acostumbrados a verlo – la escuela, la universidad, el trabajo, etc. -.
Es así de “sencillo”, nos da pena. Asi que si alguna vez piensan algo sobre una
persona sin conocerla bien, mejor traten de conocerla antes de hacer
suposiciones, porque tal vez lo unicio que ocurre, es que esa persona es muy
penosa. ¡Ya saben!
Esto es todo por hoy, muchas gracias por
leer mi blog. Espero les gusta ¡hasta la próxima!
Abrazos.