miércoles, 2 de noviembre de 2016

¿Y ésta de dónde salió?





¿Y ésta de dónde salió? Seguramente eso fue lo que se preguntaron mis compañeras de segundo grado el primer día que me vieron en su clase. Yo era la única niña nueva ese año, y como un círculo en una familia de cuadrados, no encajaba.

No me creerían si les digo que así pasé todo el año escolar, básicamente mi segundo grado consistía en llorar por la mañana por no querer ir a la escuela, llegar a la escuela con los ojos hinchados de llorar – definitivamente no ayudaba a mí no popularidad – sentarme sola, o con alguien pero sin hablarle, ¡gracias timidez!, pasar mis recreos con el maestro – sí, yo era esa niña que no salía del aula para jugar porque no tenía amigos con quien… “gran cosa” -  en fin… hay tantas cosas que definieron mi primer año escolar en Honduras (segundo grado). Ah sí, olvidada decirles que mis primeros ocho años de vida los viví en El Salvador, pero esa es historia para otro día.



Continuemos… Ok, ¿en qué estábamos? Ah sí, mi vida en el segundo grado. Redactando este primer post, me remonto varios años atrás. “Diana, ¿por qué te importaba tanto lo que dijeran niñas de 8 años?”. Esta pregunta parece sencilla de responderse, especialmente ahora que tengo 22 años y soy una personas “madura” o en proceso de serlo, pero la verdad es que hace 14 años cuando tan solo era una niña de ocho llegando a un nuevo lugar, sin amigos y sin nadie con quien jugar o comer, esa pregunta se torna en una muy difícil de contestar. ¿Por qué? dirán ustedes, pues por una simple y “pequeña” razón… quería ser aceptada.

Sí, yo era la niña nueva, cualquier persona que haya pasado por esta misma situación entenderá lo que significa llegar a un lugar donde no conoces a nadie, querer hacer amistades y que nadie quiera ser tu amiga – les recuerdo que solo tenía 8 años -.  El problema era que nadie quería ser amiga o amigo de la “niña nueva”, y tampoco ayudaba el hecho de ser tímida, demasiado diría yo. Sin embargo, estar sola todo el año y llorar todos los días me hizo una niña fuerte, a la cual mi yo de hoy le agradece demasiado.
Imagen: Introvert Doodles

Pero esta no es una historia para que digan “pobrecita niña”, no, para nada. Esta solo es mi historia de entrada, para que conozcan mis inicios y como pasé de ser una niña extremadamente tímida e introvertida a una persona segura de sí misma, estudiando Comunicación y Publicidad - carrera que algunos decían no iba conmigo – un poco insoportable tal vez (en buena forma) y un montón de cosas más de las que se van a enterar en próximos posts. No voy a negar que sigo siendo introvertida o mejor dicho “ambivert” – persona con cualidades de extrovertidos e introvertidos –  pero sí sé que he recorrido un largo camino de aventuras que me han ayudado a convertirme en la persona que soy ahora.

Tampoco quiero hacerles creer que este blog es específicamente de mi vida, no lo es, sin embargo sé alguna que otra cosa sobre ser “la que no encaja” y estoy segura que hay muchas personas que se sienten así -  lo cual no es malo en absoluto – de hecho he aprendido a lo largo de mi vida que no encajar es mucho mejor, que a la larga aprendes sobre lo esencial en la vida, toca hacerlo y toca hacerse fuerte, y en mi opinión es lo mejor que le puede pasar a alguien.

Ahora entiendo cuando me decían “todo estará bien”, y aunque tuvieron que pasar varios años para poder tener una pequeña noción de esa frase, ahora comprendo porque lo decían. Con mucha sinceridad les confieso que me río y me seguiré riendo de todo lo que me pasó siendo una niña o una adolescente “fuera de lugar” y espero que ustedes pueden hacerlo también (de mí o de ustedes mismos). 


Pero para no aburrirlos más solo les voy a decir o a escribir, no importa, una última cosa. Un Blog Tímido espera hacerlos reír con sus historietas de la “vida real”, que aprendan una que otra cosa sobre ser introvertido o ambivert y como sobresalir siéndolo, como caerse enfrente de miles de personas y reírte de ti mismo, como pasar de tener cero amigos a tener los mejores, como perdonar a los que se rieron de ti - ¡Cuatro ojos! – sí, a mí me lo decían, y cómo darte cuenta que ser tímida no es nada malo y que en realidad serlo puede convertirte en una persona sin miedo a lanzarse a lo desconocido y a enfrentarse a grandes obstáculos que alguna vez pensaste no podrías hacer.

Espero sigan conmigo esta tímida aventura y la disfruten mucho. Recuerden…no encajar está bien. Muchas gracias por leer este primer post, ¡hasta la próxima!

Abrazos.














3 comentarios:

  1. Hola me llamo María y también llegue a los 8 años a Honduras, no hablaba con las mismas palabras y soy torpe. #timidasunited

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  2. Yo era el niño gordo que hablaba mucho de videojuegos y aliens. Hoy sigo siendo el mismo pero con orgullo. #MutantAndProud

    ¡Buen post!

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  3. Yo era la niña nueva que siempre se quejaba del calor jajaja y me criticaban por andar siempre en shorts/faldas

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