Esto va dedicado para todos aquellas
personas que están o han sufrido los tenebrosos primeros días de la
universidad.
Recuerdo mi primer día como si fuese
ayer; era enero del 2013 cuando por primera vez puse un pie en una de las aulas
de la universidad. Eran alrededor de las
8:20 cuando entré a las instalaciones, no conocía nada y me sentía totalmente
perdida. Como todo estudiante de primer año, llevaba un folder con mis horarios
de clases, revisé el edificio y aula de mi primer clase (matemáticas) y “emprendí
el viaje” de buscar el dichoso edificio uno (que no tenía ni idea donde estaba).
Minutos después, gracias a una alma buena
logré llegar al edificio indicado y entré a mi aula (un poco tarde para ser
primer día). Como muchos primerizos, tenía mucho miedo. No tenía amigos en la
universidad, así que me tocó hacer nuevos. Al inicio no fue fácil pero sabía
que si quería sobrevivir mi primer trimestre tenía que hablarle a alguien. Lo más
gracioso es que hubo uno en especial que nunca imaginé llegaría a convertirse
en mi mejor amigo (4 años después y seguimos siéndolo). A él lo conocí en mi
clase de Administración de Empresas (clase general) y ni en un millón de años pensé
que se iba a convertir en el amigo que puedo molestar hasta el cansancio (vos
sabes quién sos).
Pero la cosa es esta, no quiero escribir
solamente acerca de mí experiencia. Así que decidí preguntar a algunas personas
sobre el tema.
“Mi primer día no tuve que andar con el
folder de estudiante (como vos) porque mi hermana ya me había explicado lo de
los edificios. Gracias a Dios la mayoría de mis clases eran corridas. Solo
tenía un bache (tiempo libre) y ese día
me fui a la cafetería y me senté sola, no sabía que hacer así que después me
fui al CRAI (biblioteca de la universidad) y ahí estuve durante todo el bache.
Logré sobrevivir gracias a mi novio (de ese tiempo) porque había entrado un
periodo antes entonces sabía cómo llegar a las clases”. – M.A
“Estaba nervioso porque mis amigos del
colegio entraron un trimestre antes entonces no era compañero con ninguno. Mis
baches tampoco coincidían con los baches de ellos; tenía miedo de llegar a
clases porque no sabía que cara poner, no sabía si estaba bien vestido, no sabía
cómo iba a ser todo. Mi primer bache lo pasé solo, fui a una tienda y me compre
una granita de fresa y estuve sentado solo por el banco de la universidad
porque me daba pena ir a la cafetería. Tampoco comía ahí porque me daba pena, así
que mis gastos definitivamente eran menor que ahora”. – M.H
“Mi primer día fue aburrido, no estaba
para nada nervioso. Estaba desvelado porque ya me había acostumbrado a
levantarme tarde. Fue algo normal”. – D.A
Para que vean que todos tenemos
reacciones diferentes a mismos sucesos, en este caso, al primer día de
universidad. Yo en específico sí estaba muy nerviosa. Me mudé de mi ciudad
natal a la ciudad donde se encontraba la universidad. Dejé la comodidad de mi casa
y a mis padres y hermanas. Fue un cambio muy drástico en mi vida pero logré
adaptarme fácilmente. Pueden imaginarse lo nerviosa que estaba ese primer día;
todo era nuevo, nueva ciudad, nueva casa, nuevo ambiente, nuevas personas,
nuevos amigos, nueva vida. En fin, ese primer día lo recuerdo como si fuese
ayer. Una joven de 18 años con su mochila en hombros, tratando de adaptarse a un
nuevo ambiente, tratando de hacer nuevos amigos y tratando de sobrevivir el tan
ansiado primer día.
Los primeros días en un lugar nuevo nunca
son fácil; ya sea en una escuela (me tocó en segundo grado), en el colegio, la
universidad, el trabajo, un país, etc. No es fácil porque usualmente no conoces
a las personas de ese lugar, llegamos y estamos solos. Los que tienen más
tiempo en el lugar están adaptados, ya entienden la secuencia. Pero los
primerizos tienen que aprenderla, llegan de cero, sin ningún rasguño pero con
miles por hacerse.
Sobrevivir el primer día de la
universidad… todos lo hacemos, puede que para algunos sea más fácil que para
otros pero se logra. Así que no tengas
miedo si estás por emprender esa nueva e increíble etapa en tu vida. La
universidad es un privilegio que no muchos logran tener. La universidad es ese
lugar del cual muchos decimos “ya quiero terminar, no soporto” pero que
seguramente al terminar la extrañaremos. Es ese lugar donde te das cuenta de quién
realmente eres y qué quieres. Es ese lugar en donde forjas amistades
indispensables que deseas duren para todo tu vida. Es ese lugar que te llena de
estrés y alegría al mismo tiempo. La universidad es una etapa muy bonita los
que llegan a experimentarla (por mucho que nos quejemos) me podrán dar la razón.
Así que disfruta esta etapa, conoce mucha gente, haz muchos amigos, no te
arrepientas de nada y sí, ten miedo el primer día, es normal. De hecho, deberías
de tenerlo, así podrás contar historias chistosas a tus amigos y familia.
Esto es todo por hoy, muchas gracias por
leer mi blog. ¡Hasta la próxima!
Abrazos.
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